A veces es imposible no sentirnos exasperados ante el
comportamiento de ciertas personas, sobre todo si tenemos que frecuentarlas a
menudo. Pero en vez de explotar o de mortificarse, es mejor tratar de
comprender por qué actúan cómo lo hacen, y hasta tratar de ayudarlas. Probadlo:
entonces descubriréis que tenéis muchos más recursos de lo que os imaginabais.
En cuanto nos esforzamos en reflexionar, en pensar, nos vemos obligados a
calmarnos.
Y aquí tenéis otro método: concentraos en la imagen de un
ser al que amáis, y abandonaos al gozo y a la maravilla que esta imagen suscita
en vosotros. Impregnaos de ella, y pronto podréis mirar a aquél o a aquélla que
os exaspera sin sentir irritación alguna.
¿No habéis observado que los que se enamoran tienen
tendencia a amar a todo el mundo? Cuando amamos verdaderamente, envolvemos al
universo entero con la luz y el calor de este amor."
OMA
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