Quiero hablar claro en relación a la energía que corre por
nuestro cuerpo, ¡¡la tenemos desatendida!!, y esa desatención es la causa de
decenas de nuestros males. Muchos de lo síntomas físicos y mas sutiles son
derivados de la falta de atención a nuestro cuerpo energético. La hipertensión,
fibromialgia, ansiedades, dolores localizados sin sentido, nervios, mareos y
nauseas, son síntomas físicos que la mayoría de las veces se solucionan con una
terapia holística energética, y además de los síntomas físicos, los estados
carenciales de animo, la sensación que todo nos sale mal, la falta de alegría…
¡¡ah, y la falta de suerte!! ¡¡Cuantas veces no es más que un desequilibrio de
nuestro cuerpo energético.
Cada uno de nuestros chacras actúa como un regulador, una
especie de válvula de control que se expande y se encoge en proporción a los
cambios de nuestra vida, no es necesario tenerlos expandidos como una flor de
loto en plena efervescencia, pero hay que evitar a toda costa que implosionen
sobre si mismos cerrando todo el paso de energía. Un chacra muladhara cerrado nos
apaga como seres vivientes, un chacra vishudda cerrado nos impide dar y recibir
amor o en el ejemplo contrario un chacra anahata muy abierto nos convierte en
seres incapaces de hacer nada por nosotros mismos y abiertos a los demás en
demasía.
¡Cuantas veces creemos que basta una gema o un amuleto! ¡NO!,
se trabaja con el amor fraternal, con la actitud humana del amor y de la ley de
aquella religión de la que todos los humanos estamos de acuerdo, la ley del
amor y la
solidaridad. Pero esta ley no la cumplimos y en cada ofensa,
en cada palabra mal dicha o en cada acción insolidaria, nuestra energía se
resiente y nuestra aura se matea.
Cuida tu aura.
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